Hace poco me hizo una pregunta, una chica que tenía que hacer un trabajo sobre una ilustradora y me eligió (me hizo una ilusión enorme 😉) , me preguntaba si podía explicar cómo había sido la transición de dibujar a boligrafo llegar a esta técnica, hacer de un estilo una marca propia. Y le comenté esto.
Que siempre había ilustrado, no de manera profesional, no he estudiado bellas artes ni ningún tipo de formación de ilustración, mi carrera en esto son los años que tengo, nunca jamás he dejado de dibujar. Hice mi carrera de empresariales y luego me especialice en Madrid en creatividad publicitaria y diseño gráfico.
Como comento, siempre he dibujado, mi meditación como una buen amiga dice😉, pero siempre adaptándome a lo que me pedían, o copiaba aquello que me gustaba y de este modo iba cogiendo técnica. Un día visité una exposición de arte a boligrafo en Madrid y probé… cogí mucha técnica pero realmente no era yo, solo que como era “raro” de ver pues me reté a mi misma, pero como todo, al no encontrarme cómoda con ello lo dejé… coincidió con mi maternidad, y que por entonces trabajaba en una agencia de publicidad donde me “ofrecieron irme” por esta maternidad, y fue tal bofetada… que empecé a innovar, me enfadé con todo, y dibujaba sin pensar qué, el boligrafo era perfección y me rebelé también contra eso, empecé a ver quien era yo, porqué me había pasado esto, no era justo, ¿porque tenía que elegir? Como dice @malasmadres
Dibujaba con tinta que marcaba más, que era más agresiva que el boli, destrozaba plumas y cada vez me iba encontrando más cómoda con su mancha, con su trazo enredado e incluso enfadado, mi tema principal era la maternidad , la madre, aquella mujer que muestra solo parte de lo que ha pasado en su rostro, porque su historia la lleva marcada en su interior.
#maternidad #conciliar

